Sunday, February 07, 2010

INVICTUS


INVICTUS /William Ernest Henley

Desde la noche que sobre mí se cierne,

negra como su insondable abismo,

agradezco a los dioses si existen

por mi alma invicta.

Caído en las garras de la circunstancia

nadie me vio llorar ni pestañear.

Bajo los golpes del destino

mi cabeza ensangrentada sigue erguida.

Más allá de este lugar de lágrimas e ira

yacen los horrores de la sombra,

pero la amenaza de los años

me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el camino,

cuán cargada de castigo la sentencia.

Soy el amo de mi destino;

soy el capitán de mi alma.


La liberación de Mandela el 11 de febrero de 1990, luego de 27 años de encierro, señaló el camino del cambio que Sudáfrica clamaba a gritos.